Periodo: La fiesta termina 4 días antes del Domingo de Cuaresma (Miércoles de Ceniza) |
El origen del Carnaval se remonta a la Edad Media, cuando el pueblo daba rienda suelta a la diversión durante la semana previa a la Cuaresma. También se le conoce con el nombre de "Fiesta de la carne", ya que el pueblo se hartaba de comer este alimento, pues después llegaría la Cuaresma, temporada en la que estaba prohibido el consumo de este alimento, según las indicaciones religiosas.
Algunas de las tradiciones más remotas se han ido perdiendo con el paso de los años en todos los lugares. No obstante, en algunas ciudades se han incorporando novedades y eventos que consiguen que las celebraciones carnavalescas sean espectaculares. Es el caso de Ciudad Real, donde las peñas desempeñan un papel fundamental, trabajando duro y contagiando a toda la ciudad de su ilusión y alegría.
Todo ese trabajo y esa ilusión de las peñas, comparsas y, en general, de todos los ciudadanos de Ciudad Real se ha visto recompensado. El Carnaval ostenta el título de Fiesta de Interés Turístico Regional, posicionándose así en un lugar excepcional y que sin duda contribuye a fomentar el atractivo de los visitantes que cada año acuden a la ciudad por estas fechas.
Desde la más remota antigüedad, los carnavales siempre han constituido ese peculiar tipo de fiestas populares de desbordante frenesí, cuyo arraigo en los pueblos que las celebran es difícil de borrar ni substituir con otro tipo de festejos. Y es que el atractivo que ejercen tales jolgorios de mascaradas, comparsas y murgas en medio del alegre anonimato que propician caretas, antifaces y dominós, sigue ejerciendo en la gente de hoy el mismo encanto que en el lejano pasado.
El vocablo carnaval, según el Diccionario de la Real Academia Española, proviene de las antiguas palabras italianas carne vale (quitar la carne), que sugieren la excesiva licencia sensual permitida en esos bulliciosos regocijos populares que se celebran en días anteriores al Miércoles de Ceniza, principio de los ayunos cuaresmales. Pero también se considera válida otra versión lingüística de la palabra carnaval, aquella procedente de la lengua romana carrus navalis (carro naval), derivada de la antigua costumbre de pasear un barco con ruedas en las saturnales romanas, fiestas dedicadas al dios Saturno, predecedoras del moderno carnaval, así como las bacanales, en honor de Baco.
La costumbre del barco sobre ruedas, a bordo del cual se escenificaban mascaradas y danzas promiscuas, aún se mantiene vigente en los actuales carnavales de algunas ciudades europeas, aunque aquellas danzas han sido substituidas con flores que son arrojadas al público por bellas muchachas "marineras" de dichas naves.